domingo, 20 de mayo de 2012

El verdadero gualicho


Mirá, la ruda mezclada
con pasto puna y chamico
lo va a hacer venir de hocico
en la primer cabrestiada.
Dispués, tenés priparada
uñas de gata soltera,
una astilla'e tu tranquera
molés todo, y se lo das
y, al poquito tiempo, zás,
te va a ufrecer la collera.

Güeno, aura viene lo pior:
tené presente, muchacha,
que has d'empliar muy bien la guacha
que se llama ño rigor.
Ningún besito de amor,
entendélo, ni uno solo,
porque dispués del chicholo
del besito y las palmiadas
las dejan bien manoseadas
y güelan como el chingolo.

Siempre asiadita, sonriente,
pero tamién rispetuosa,
porque, no hay pior pa una moza
que dar soga al pretendiente.
En todo ser muy prudente
sin hacerse la zorrona,
y, cuanti, más redomona,
mejor el hombre a é portarse;
que ya habrá tiempo pa echarse
los dos en una carona.

No te alborotes de gusto;
fijate quien te aconseja,
mirá que yo ya soy vieja
de pensamiento robusto.
No quiero pegarte un susto,
sino abrirte bien los ojos;
el varón, en sus antojos,
capaz que quiere a una chancha,
y, dispués, abramén cancha
que ya estoy harto de piojos.

Qué decís? No seas sotreta!
Que no podrás aguantar?
Pues dejate manosiar
por cualisquier trompeta,
si no entendés mi receta
ya te verás aporriada,
y, hasta puede que cerdiada
tan sólo por tu capricho,
por qué me pedís gualicho
si pensás en ser ladiada?

Un día, sobre la cuja,
ansina, como soñando
te vas a dir ricordando
d'estas palabras de bruja.
Verás que, el alma, s'estruja
cuando de pronto, un guaguá
comience a gritar ¡uaaá!
Mientras tus ojos de madre
miran a un guacho sin padre
que en una cunita está.

No hay comentarios:

Publicar un comentario