(Pintura: Carlos Montefusco)
No le andés mesquinando al overo
que de viejo se ha puesto sobón;
afirmalo en la rienda primero
y mostrale el talero de tu pretensión.
Rigorialo con fe en la partida
que dispués, ni presisa talón
y verás que en la cancha se estira,
parece mentira pero es ligerón.
Las apariencias engañan
dicen los hombres de sensia;
no olvides que la esperensia
es madrastra de las mañas;
unos la pintan con canas,
los otros con picardía;
por eso aura te desía
colocándome en el medio,
que el rigor es güen rimedio
pa'l mal de la fantasía.
Una ves en carreras cuadreras
cuando yo era entuavía mamón,
le corrí a una potranca ligera
que era forastera del pago'el amor.
En el pique, salimos prendidos,
pero al poco correr, me ganó,
por no haberme afirmao en el tiro,
por eso te digo, rigor... y rigor.
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