(Agradezco y pido licencia a todas aquellas personas que sin saberlo, emprestaron sus fotos pa este verso que tiene como una legua de largo... Especialmente al amigo Eduardo Amorim).(1)
En las potradas de antaño
los pelos eran criollasos
conocí, pampas, picasos
y hasta el overo castaño.
Dende que me juí, ya hace años
pa'una estancia en el Pigüé
montao en un yaguané
en busca de una tropilla
de entrepelaos gargantillas
que en ese pago compré.
(2)
El gaucho galopa al norte
y en el espejismo el sol
se confunde un arrebol
entre el cielo y horizonte.
Viéndose un agreste monte
que es la estancia de Castillo
siempre muenta un doradillo
y solió ser mi patrón
la cola usaba al garrón
y el tuse de cogotillo.
(3)
Las manadas de rosaos
y de overos azulejos
tendían lindos reflejos
sobre los campos quebraos.
Con los perfumes mesclaos
del trébol y la altamisa
de la hacienda cuando pisa
el pastisal marchitao
uno se siente almariao
del aroma de la brisa.
(4)
En un limpión de un pajal
está una yegua trabada
despuntando paja brava
y acollarao un bagual,
es soberbio el animal
que se quiere amadrinar
¿Quién lo pudiera pintar
al lindo alazán tostao?
Más bien muerto que cansao
cuando dentra a galopiar.
(5)
Cuando nacen los tordillos
tuitos son tordillos negros.
Esto lo observo, mi suegro,
ver cambiar, pelo y flequillo.
Hasta ser blanco tordillo
con un arrugao reflejo
en el hocico, por viejo
mancarrón, que ya es sabino
¡Como salpicao con vino
le queda el cuero ¡canejo!
(6)
Se levantó pa campiar
al primer canto de gallo
ensilló bien su caballo
pa salir al aclarar.
Entró el gaucho a galopear
en su cebruno mentao
buscando sus dos manchaos
que en la pampa se perdieron
y a alguna aguada cayeron
locos de sed: ¡reventáos!
(7)
En el oscuro tapao
es que el gaucho paqueteaba
el flete que coscojeaba
luciendo su gran chapiao.
El calzoncillo cribao,
bolas, lazo y pontezuela
pretal, rienda y las espuelas,
el alza prima y los bastos,
el chuzo, trota entre pastos
y el ponchito que le vuela.
(8)
Me lo hicieron repeluz
a mi lindo malacara,
de cabeza acarnerada
y con anca de avestruz.
Solía ser como luz
cuando había desplumada,
viera usted la avestruzada
cuando a boliar yo salía,
de cerquita la prendía
¡Por su gran atropellada!
(9)
¡Ah! colorao sangre toro
color fruta e piquillín
que le flameaba la clin
por escarceador y loro.
Le decían patas de oro
por su inmensa ligereza,
de la cancha era rareza
por tener la mano mora
dice el gaucho en su refrán:
"Que cuando no alcanza llora".
(10)
Bayo amarillo clin blanca,
color huevo de avestruz;
animal que es como luz
y es corcobao en el anca,
indicio que hasta entre pampas
es creencia que es ligero
y no falla un parejero,
se lo asegura el paisano,
que a de salir como gamo
en carreras de entrevero.
(11)
Todos lobunos overos
tiene tropilla Medina,
viejo barbas de nieblina
y era dotor culandrero.
Se curó un petiso overo
que se había agusanao
con unos pelos cruzaos
en el mojinete el rancho,
le rezó un credo a un carancho
y se sanó el embichao.
(12)
Cuando la guelta pegué
después de una temporada
me agencié entre la peonada
un zainito pangaré.
Caballo que era de fé
en el pago a la redonda,
lo utilizaba en la ronda
cuando la hacienda era alzada
y si hubo una disparada
volvió a ponchasos en onda.
(13)
Era un gateado tisnao
con raya negra en el lomo,
de esos que yo elijo y domo
con los cuartos atigraos.
Pelos que ya están mermaos
por ser de criollas manadas
que con clines encrespadas
vagaban en campo abierto,
por el disco del desierto
al tropel de retozadas.
(14)
Qué hermosura sin igual
es de blancos la tropilla
cuando trota en la cuchilla
en dirección al corral.
La madrina original
escura, de ancas grandotas,
patas blancas, medias botas
por eso la he comparao
con un cuervo entreverao
en bandada de gaviotas.
(15)
Anda el negro Timoteo
en un bayito encerao.
Cincha overa y buen recao,
mozo diantre, pal rodeo,
siempre se hace su floreo
cuando a caballo trabaja;
limpito el lazo le encaja
de revés o de volcao
pues es un gaucho mentao
¡Que hasta emponchao, él enlaza!
(16)
Pelo raro es el pintao
de manchas antojadizas
hechas adrede con tiza
de blanco, con colorao.
Es pelo muy codiciao
porque hoy es una rareza.
¿Viera quijada y cabeza?
Como con cal, amigaso,
parece que a pincelasos
lo hizo la naturaleza!
(17)
Viera que linda tropilla
la que traiba don Cipriano,
era de alazanes ruanos,
blanca clin, como flechilla.
Con su madrina rosilla
baja al trote la ladera,
es una yegua puntera,
los fletes amadrinaos
trotan todos bien rodiaos
de su linda compañera.
(18)
Cuando a unas carreras fuí
en mi bayito naranjo,
un gaucho le vido al tranco
de ligero: y fué pa mí.
Pa rabiar como un ají
con la laya'e parejero.
Yo le aseguro, aparcero,
que no me querían correr
¿Con ese? Voy a perder...
¡No le corro al naranjero!
(19)
Recorriendo un alambrao
montao en un zaino mula
andaba el mensual Juan Tula
por si lo habían cortao.
O hubiese un palo quebrao
iba a ese trote campero
de la güeya, compañero,
cuando redepente un zorro
le obligó apretarse el gorro
pa'correr ese cuatrero.
(20)
Apareció un indio crudo
en un pasuco reyuno
de pelo criollo lobuno.
Flete, lindo y corajudo
de gran alzada y morrudo,
gauchazo era el cimarrón
pal truco, lazo y facón,
era de tiros certeros
"No hay animal pescuecero
enganándole el tirón".
(21)
Al galope y escarceando
en un zaino cabos negros
¡Adios! dijo Montenegro,
dando un grito saludando.
Es vecino: que pialando,
de revés o de empujón,
es el lujo del patrón
porque enlaza 'e rondanita,
limpito de las aspitas
con un gracioso simbrón.
(22)
De las costas del Tuyú
truje un moro pampa viejo
gordo y lustroso el pellejo
y guenazo pal ñandú.
Se llamba "El Tacurú"
conocido en las boleadas.
Era pa'las gambeteadas
como relámpago'e viento:
había que hacerse tiento
pa con caerse en las cuerpiadas.
(23)
¿Quién conoció los doraos?
Pelaje de árabes puros
son muy lindos, l'asiguro
ni alazanes, ni tostaos,
tienen reflejos bronceaos
¡Sus formas, son esculturas,
son bellezas sus figuras
y de nervios muy fogosos.
¡Son divinos! ¡Tan hermosos!
perfección de la natura.
(24)
Overo picazo y pampa,
color plumaje de teros
con alzada de altaneros
de pechar hasta en las güampas.
Eran de un gran toba pampa
hijo de Namuncurá,
malo como yarará
cuando en malón se venía,
con el talón se prendía
el salvaje montaraz.
(25)
Cabos negros tuve bayos
y fueron solicitaos,
lucían lindos recaos
para las fiestas de Mayo.
Esos fogosos cabayos
bien cuidaos y pelechaos
se traiban para el poblao,
tapao el flete hasta el anca:
matras, cojinillos pampas
¡con sus soberbios chapiaos!
(26)
Qué potros bien entablaos
lo que amansaba Ramón.
Penacho a lo redomón
y mitad moros nevaos
y al verlos entreveraos
con los rosillos plateaos,
lindo tuse, bien arquiao
y sus cuatro patas blancas,
raro reflejo en las ancas
¡como planta e quiebra arao!
(27)
Tordillos azafranados
y tordillos a medallones
lucían los ricachones
pa'revisar sus ganaos.
En yunta bien adiestraos
pa'llevarlos al poblao
por Palermo o por Callao
yo los vide, una ocasión
a un trote de gran acción
ya de briosos apotraos.
(28)
Yo tuve un zaino bragao,
lo tenía pa chinear
yo lo solía ensillar
cuando andaba enamorao.
Con mi chiripá bordao,
mi chambergo y tirador
trabajao con tuito ardor
por las manos de mi china
que esperaba en la cocina
para brindarme su amor.
(29)
Le dí pa'la silla de ella
mi rosillo colorao
y mi tostao quemao
para esa prienda tan bella
¡Qué es más linda que una estrella!
¿La viera usted jinetear?
Yo la solía envidiar
de verla tan corajuda
lo castigaba a lo juda,
haciéndolo bellaquiar.
(30)
Sarco, pampa y testerilla
era mi rosillo overo
de buen galope y lijero
y de yapa gargantilla.
Fué el encanto'e la tropilla
y el lujo del domador
en el trote era un primor
y corriendo la sortija
de siguro, que era en fija
¡Qué la saca el corredor!
(31)
Vide un tobiano azulejo
que me quedé enamorao,
era tuitio manchao
y el cuero como un espejo.
Dando su estampa reflejo
¡De hermosura oroginal!
Era un precioso bagual
¡Ñatito de ojos saltones
con brillo de patacones
y de un galope especial.
(32)
¡Qué lindo, rosillo ruano!
De color crema, sus clines
lo truje de los fortines
y era de un indio araucano.
¡Criollo pelo americano!
Fué confianza de un cacique
lo entrenaba siempre en pique
como pa dar un malón
o saltar cualquier zanjón
¡Al grito indio: Huinque, huinque!
(33)
Tordillo blanco y overo
nunca vide yo entuavía
dicen que en la pulpería
tiene uno raro el pulpero
y se hace precioso entero
porque en el anca y costao
es todito bien manchao.
Es nuevito: es un potrillo.
Recién le apunta el colmillo
y masca inquieto el bocao.
(34)
Pialalo de las dos manos
a ese tobiano gatiao,
dicen que es un reservao
de gauchos: y no de tanos.
Que a domadores baquianos
contra el suelo los ha dao
bellaquiando de costao
con el cogote hecho un arco
y sus ojos como charcos
¡le relumbran de enojao!
(35)
En campo abierto e rumbiao
al venir clariando el día,
se vía en la lejanía
mi tobianito rosao
que mascaba un buen bocao
lleno e gotas de rocío,
daba un bufido de frío
entre el pajonal dorao
tuito de puna mateao
y el verde del mío mío-
(36)
Bayos y gateaos overos,
picos blancos, rabicanos
fueron pelos soberanos
lo mesmo que el zaino overo.
Hoy son tungos jagüeleros
ya de viejos son sotretas:
porrudos, tuertos, macetas,
chichonudos y lunancos,
chuecos, desechos y mancos,
orejas caidas y jetas.
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