lunes, 3 de octubre de 2011

Mi nombre no viene al caso

(Pintura: Bernabé DeMaría)

Pretende ser mi canción
un mensaje criollo y sano
como un grito soberano
que clama pidiendo unión.
En mi acento: la emoción,
le hablo a la mujer y al hombre,
no pretendo que se asombren,
anhelo ser un abrazo
tierra de amor, como un regazo,
¡qué importa saber mi nombre!

Señores vengo a cantarles
décimas de la llanura
y en mi sencilla postura
mis versos voy a entregarles.
Aroma quiero dejarles
de trebolares y ocasos,
la tibieza de un abrazo
pensamiento y esperanza,
con esto solo me acanza...
¡mi nombre no viene al caso!

Desde pichón supe amar
lo que esta tierra me daba,
entonces allí soñaba
con un dulce despertar.
Así aprendí a valorar
el porqué de un fuerte brazo,
el ruido de un espinazo
al doblarse en muchas vueltas
hoy mi mente está despierta...
¡mi nombre no viene al caso!

Por la tierra en que nacimos,
por los niños que amamantan,
por los que sufren y aguantan
ignoran porqué sufrimos.
Por aquellos que sentimos
crujir la tierra en pedazos,
tal vez comprendan acaso
el porqué de mi aflicción
y analice mi razón
¡mi nombre no viene al caso!

Solo pido que despierte
la mente de mis hermanos
y o'serven que lo más sano
no es atenerse a la suerte.
Revivan todo lo inherte
busquen quebrar el fracaso,
ayúdenme a cada paso
a encontrar el buen camino
¡Se los pide un argentino
que el nombre no viene al caso!

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