martes, 6 de septiembre de 2011

Hombre Flojo

(Pintura: Molina Campos)
Los que no comprenden el dolor ajeno
porque me ven triste, agachao y solo,
dicen medio viendo, aunque yo los oiga:
¡Pucha que hombre flojo!

Y yo que de frente, encaré el peligro,
yo que dende chico no conocí al miedo,
aura juyo a todos... Y pa estar tranquilo
me entrego al silencio.

Peliar en las guerras, esperar al tigre
pa ofrecerle el brazo con el poncho envuelto,
y el facón hundirle. Eso ha sido siempre
pa mi, como un juego.

La víbora mala, enterró el colmillo
una vez y puso veneno en mi sangre,
yo a punta'e cuchillo, revolví la herida
y alcancé a curarme.

Peliar frente a frente al fiero enemigo
con el que uno sabe, como ha de atajarse,
no es gracia, el peligro aunque uno no tenga
suele dar coraje.

Pero, ¿quién pelea contra las miradas
de la criolla linda, que en la huella vemos.
Esas que en nuestra alma se prienden y al ñudo
sacarlas queremos?...

El hombre más juerte, el de más coraje,
sufre si en la vida, a ganar no llega,
por más que trabaje, no como limosna
el cariño de ella.

Y ansina anda triste. Buscando la sombra
como perro enfermo, agachao y solo,
pues tiene de sobra, pa que muchos digan:
¡Pucha, qué hombre flojo!...

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