viernes, 16 de septiembre de 2011

Disparando el día

(Pintura: Eleodoro Marenco)
A las casas un puestero
al tranquito va llegando
y entre cortado, gritando,
se cruzó de enfrente un tero;
hechó sobre el anca un cuero
de un yeguarizo cebruno
que le ha venido oportuno
pa algunas lonjas sacar
y las botas preparar
por si tiene encargue alguno.

Del camino en un costao,
han desatao dos carreros
que van fleteando los cueros
pa entregar en el mercao
y arreglao el alambrao,
un chacarero dejó,
mientras un cigarro armó
llevó al cielo la mirada,
hechó la primer pitada
y en un poste se acodó.

Al rancho de un caminero
que está del pueblo alejao,
llegó un paisano montao
caminando un parejero;
allí debajo el alero
se pusieron a matear
y entraron a comentar
de una depositada,
que hay pal domingo anunciada
y que muy bueno va a estar.

El día va disparando
por la noche perseguido
y al sol ya medio escondido
la luna lo está bichando.
A lo lejos va quedando
un celaje detenido,
y unas nubes han salido
en busca de rumbo incierto
y al bullicioso desierto
el silencio lo ha vencido.

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