"...guacho y gaucho me parecían lo mismo, porque entendía que ambas cosas significaban ser hijo de Dios, del campo y de uno mismo". (Don Segundo Sombra)
jueves, 8 de septiembre de 2011
Con pilchas de dominguear
Picazo pampa bragao
calzao de las cuatro patas,
lindo haces lucir la plata
que reluce el emprendao.
¡Ta'que's un lujo, cuñao,
poder ensiyar ansina!
Se me'antoja que no hay china
que no "afloje" a su floreo,
si hay más de un crioyo, ya veo,
que'al mirarlo se arrocina.
Del bozalejo fiador
-hecho de anchos eslabones-
priende con dos corazones
el freno que's muy cantor;
las copas -de lo mejor-,
a la coscoja hacen eco,
y aunque de curioso peco
en el pretal dan la nota
en oro, la "pe" y la "jota"
de Don Jacinto Pacheco.
Le acerca ricos fulgores
el sol, a tan crioyas priendas,
y rejucilan las riendas
en bombas y pasadores;
el pingo es de los mejores
pa'lucir bien emprendao,
y estando ansina ensiyao
-como el dueño es muy campero-
un par de estribos braceros
resaltan en el recao.
Si el hombre ensiyó con lujo
pa'una fiesta dominguera,
sepan que él es, ande quiera,
un crioyazo sin tapujo:
curando bichera' es brujo;
güen pialador, además;
como domador... capaz,
y es que abajo del chaleco,
tiene un corazón Pacheco
¡Que's gaucho como el que más!
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