(Pintura: Rodolfo Ramos)
¡Pasan cosas lastimosas,
don Simón, en esta vida!
¡Tuito se muere y se olvida:
las personas y las cosas!
¡Pucha, que son dolorosas,
a veces, las reflesiones!...
¡Ver con rabia, que a montones,
nuestras cosas van muriendo!
¡Que se han ido deshaciendo
lo mesmo que los terrones!
¡Cuál sería el rancho a que juera
en antes, pues'el que juese,
que una guitarra no viese
colgada en la solera!
Hoy... vaya usté p'ande quiera
a cualquier rancho'e terrón,
y v'a ver, viejo Simón,
que tienen, como por gala,
en la mesa de la sala
un endiablao gramafón.
¿Y las mozas, camaradas?
¡pucha, viejo, si es al cuete!
¡Tuitas tenían su flete,
con su montura bordada!
¡Había que ver la parada
del paisano enamorao!
Sonriyéndose, embobao,
de los piecitos l'alzaba,
y presto se le apariaba
del lao d'enlasar, cuñao.
¡Ya no hay overo rosao,
ni azulejo, pa'las mozas!
Ya se han dejao esas cosas
y lo antiguo se ha olvidao...
En cualquier rancho ladiao,
con dolor de corazón,
v'a ver, viejito Simón,
confirmando esta versiada,
que hay un surqu'en la ramada,
abajo di algun galpón.
Y aqueyos gauchos d'en antes,
con Carqueja, ¿qué me cuenta?
¡Chá digo! Si es un'afrenta,
son cosas desesperantes.
¡Ya no hay gauchescos desplantes!
¡Ya se murió el chiripá!
¡La bombacha muerta está!
¡Si ya no nos queda nada!
¡Si tuito muriendo va!
No hay comentarios:
Publicar un comentario