"...guacho y gaucho me parecían lo mismo, porque entendía que ambas cosas significaban ser hijo de Dios, del campo y de uno mismo". (Don Segundo Sombra)
miércoles, 30 de marzo de 2011
Soledá
Le hablé, como gaucho entero,
y ella supo en la ocasión
que le entriegué el corazón
cuando le dije: Te quiero.
Ahura, estoy en mi agonía
igual que la noche aquella,
no hay luz, se apagó la estrella...
¡y a mí me alumbra entuavía!
Pa pagar deudas del suelo
Dios precisaba oro puro
y pa salir del apuro
se la llevaron al cielo...
De hoy en más, aunque me sobre
campo, hacienda, cinto aviao
seré al no verla a mi lao
¡naide! ¡sombra! un pobre pobre...
¿Qué plata vale el tesoro
de la mujer merecida?(1)
¡Odio le tengo a la vida!
Porque soy gaucho, no lloro.
(1): En el antiguo lenguaje de mis abuelos criollos la mujer "merecida" no es la que uno "merece". Es la "merecida" en sí y por sí. Por sus dones naturales: gracia, belleza, bondad. "Es una moza merecida"... expresión admirativa y calificadora: la mujer más hermosa y completa del pago.
paa hermano que hermosa milonga...gracias por compartir.
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