jueves, 10 de marzo de 2011

Por una mujer

(Fotocomposición: Mariana Suarez)
Después de larga jornada
Cruz Montiel llegó hasta el pago,
donde dejara el halago
de su cariño mejor;
y encontró el rancho vacío,
las flores secas y mustias,
lleno el ambiente de angustias,
muerto el pájaro cantor.

Sobre la guitarra
lloró su querella
y a la ingrata aquélla
pretendió cantar,
pero era tan hondo
su cruel sufrimiento,
que como un lamento
pudo balbucear:
-"Si tanto la quise,
¿por qué me ha dejado
por qué ha destrozado
la fe de mi amor?.
¿No sabe que ahora
andará mi vida,
sin tener guarida
para su dolor?

Salió vencido al camino,
miró el pangaré ensillado
y de un salto, en el recado,
a lo criollo se sentó:
hincó espuelas a su flete
y en la loca disparada
una trágica rodada
al pobre cantor mató!
Caía la tarde
silenciosamente
el sol en poniente
su luz ocultó;
la noche sombría
bañando el desierto
sobre el gaucho muerto
su poncho tendió!

Cerca de la huella
un alma piadosa
le cavó la fosa
en la tierra fiel,
puso la guitarra
como una mortaja
y escribió en la caja:
"¡Por una mujer!"

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