sábado, 27 de febrero de 2010

Repartiendo las cargas


Y bueno llegó el momento
en que yo ya debo dirme,
por eso via a despedirme
y creanmé que lo siento.
El hombre es un elemento
que obedece a su destino,
y asigún yo me imagino
nos vamos trás un señuelo,
las aves buscan su cielo
y el cantor busca el camino.

Mas como el mundo es redondo,
los caminos también son;
y cumplida su misión
reaparecen desde el fondo,
por eso yo no me escondo
ni mezquino la partida,
tengo una cosa sabida
y en esa ciencia me planto:
en el trago y en el canto
no pasarme en la medida.

Repartiendo bien las cargas
todas las huellas son buenas,
y una conducta serena
evita cosas amargas,
la vida con ser tan larga
no es una, sino son muchas;
y van mezcladas las luchas
con tiempos de paz y amor,
y es por eso que el cantor
no ha de cansar al que escucha.

Doce brazas tiene el lazo
de la presilla a la argolla,
y tuitas las desenrrolla
bajo el mandato del brazo,
aguanten el cimbronazo
que les ofrece mi mano,
como un relincho lejano
de libertad y entereza;
les dejo aquí mi promesa
de "hasta otra vuelta, paisanos".


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