sábado, 18 de mayo de 2019

Mi sonora compañera (Milonga)


Esta guitarra sonora
lleva en su caja guardada,
un montón de trasnochadas
y de rojizas auroras.
Conoce tantas historias
que mi pecho le ha contao,
y siempre me ha acompañao
por donde quiera que fui,
yo nunca le devolví
todo lo que ella me ha dao.

Sos de muy buena madera,
de la mejor, la más pura
y te hicieron la cintura
como niña quinceañera;
tenés como cabellera
seis trenzas que son vibrantes
y te hace tan arrogante
con delgado diapasón
que acaricio con pasión.
tu cuello tan elegante.

Tu boca es el corazón
por donde brotan las notas
y a veces parecen notas
de llanto en el diapasón.
Salen de tu corazón
con exquisita dulzura,
empapadas de ternura
cual si estuvieras penando,
si a veces se me figura
que vas cantando y llorando.

Yo siempre te pedí tanto,
nunca me has negado nada,
siempre dulce y afinada,
acompañando a mi canto;
por eso mi voz levanto,
aunque un poco emocionada
por devolver las gauchadas,
que tantas veces me hiciste
donde quiera que estuviste
mi compañera del alma.

No sé si es buena o es mala
la noticia que hoy te acerco,
te imaginás lo que siento
aquí muy dentro del alma.
Por más, por más que te lo ocultaba
hoy se llegó la ocasión
de que te pida, de que te pida perdón
mi compañera de farras,
mi hijo quiere ser cantor
y te he regalao: guitarra.


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