(Pintura: Aldo Chiappe)
No me persigue nadie,
nadie me busca
y me voy campo afuera
porque me gusta.
Se ríen las mañanas,
las tardes lloran
y a mis sueños la noche
me los retoba.
A la huella, la huella,
dame la mano;
me llaman las distancias,
me tira el llano.
A la huella, la huella,
ahura los dedos;
pa'orientarme en la noche
tengo el lucero.
Tralairalaralara
tralairalala,
pa'orientarme en la noche
tengo el lucero.
Me encontré con la vida
bajo tu alero,
y ahura llevo en el alma
prendido fuego.
Un silbo de calandrias,
un teru-tero,
voy galope tendido
pechando al viento.
A la huella, la huella,
dame la mano;
me llaman las distancias,
me tira el llano.
A la huella, la huella,
ahura los dedos;
pa'orientarme en la noche
tengo el lucero.
Tralairalaralara
tralairalala,
pa'orientarme en la noche
tengo el lucero.
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