Aquí la Patria es solo este mangrullo
perdido en el confín de la llanura,
estos ranchos sin forma ni hermosura
y estas almas metidas en su orgullo.
Hacia atrás: el cristiano y el arrullo
de una vida que avanza sin premura;
adelante: los toldos, la bravura
del salvaje, sol, piedra, arena y yuyo.
Hay un cañón cansado, ruin y viejo,
y el miedo galopando en el pellejo
para frenar la lanza enloquecida.
A pelear y a morir esto se presta
y la gloria ha de ser en esta gesta
entregar, por la Patria, hasta la vida.
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