miércoles, 11 de octubre de 2017

Aleteando



Aunque me encuentro boliao
en el instante en que vivo
salgo a campear un motivo
para traerlo enlazao.
Viá cortar el alambrao
que ataja mis emociones
para sacar a tirones
alguna rima encerrada
que a’gua n’el charco estancada
el pasto la descompone.

Siempre busco lo seguro
para no ir a un fracaso
aunque sé salir del paso
cuando me veo en un apuro.
Yo no me tengo por duro
pero tampoco por blando,
no me achico ni me ablando
cuando cambio de lugar
y a veces sin alcanzar
seguro que estoy sobrando.

Yo no sé pa’donde voy
tampoco de donde vengo
y lo que soy le prevengo
que lo grito donde estoy.
Todo lo que digo hoy
mañana yo lo sostengo
y aunque me haga el chancho rengo
cuando me toca perder
soy rico de no tener
y me sobra lo que tengo.

Para no perder el tino,
yo nunca me hago el pesao
y no aprendí a ser ahijao
para no tener padrino.
Casi siempre es el destino
quien templa los corazones
por eso en mis conclusiones
he llegao a comprobar
que a veces el tropezar
pone a prueba los talones.

En el loco desconcierto
de este mundo pervertido
más vale hacerse el dormido
que demasiado despierto.
Fingir el ronco concierto
de la sierra cuando tronza
pues yo no doy ni una onza
al vivo que se amilana.
La rana con ser tan rana
la pescan siempre por sonsa.

Yo que sabio me creía,
cuando rodé cuesta abajo
me costó mucho trabajo
saber que nada sabía.
La vida al mostrarse fría
es la fuente del saber
por eso que a mi entender
mirando de cualquier modo,
aquel que lo sabe todo
tiene mucho que aprender.

Perdí la fortuna entera
tal vez por no ser muy cuerdo
con pingos que fueron lerdos
y mujeres muy ligeras,
pero de todas maneras
a nadie pido clemencia,
ni me muerde la conciencia
de encontrarme ahora así,
porque cuando yo perdí
gané toda mi experiencia.

                                    (1951)

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