viernes, 22 de septiembre de 2017

Oigan todos los presentes (Salmo criollo: 48/49)


(Ilustraciones: Gerardo Bustos "Gebu")



1
Oigan todos los presentes,
oigame la concurrencia,
oigan pobres y oigan ricos;
escúchenme con paciencia
y voy a ver si lo logro
en forma clara y honesta,
acompañao de guitarra,
exponerles mi problema.

2
¿Por qué temer la desgracia
o el peligro que se acerca?
Hay quien pone su confianza
en sus inmensas riquezas,
pero eso no salva al hombre
y es plata que no se acepta
en la deuda que se paga
al final de la carrera.

3
Muere el sabio y muere el rico
lo mismo que los linyeras,
y dejan en otras manos
el mono, o la billetera;
pa los dos un mesmo fin,
un hoyo en la mesma tierra.
Allí no la llaman suya
ni discuten pertenencias.

4
Termina como animal
quien confiaba en la opulencia
porque es esa la final
de la gente satisfecha.
Son tropilla que la muerte
arrea en la mesma huella,
trotando para la tumba
donde a todos los encierra.

Reflexión:
Pero Dios rescata el alma
del paisano que es su amigo,
se lo arrebata a la muerte
pa llevárselo consigo.

5
No te amargués al mirar
cómo el injusto progresa,
porque nada de esas cosas
se ha de llevar cuando muera.
Aunque pasa bien la vida
y la gente lo respeta
a la fin irá a parar
a una oscura gusanera.

Reflexión:
El rico que es inconciente
termina como animal:
solo piensa en el presente
sin importarle el final.



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