Dende gurí vine a dar
con mi tata a los galpones,
y entropillao con los peones
a un orden dentré a quedar
pa’ vender tortas, arrear,
pasteles, mate cocido,
que iban engordando el cinto
de latas pa’l capataz.
Ya mocito fui tratao
pa’ oficiar de benteveo,
rejuntando el menudeo
me lo pasaba encorvao.
Dispués, al brete mandao
de agarrador, le garanto,
nunca me han dolido tanto
la cintura y el costao.
Va saliendo del galpón
oro blanco en la majada,
con tanta cabra pelada
se regocija el patrón,
y hecho arco sobre el vellón,
bajo el rigor de la zafra,
voy redondeando semanas,
tijera, charque y pirón.
Pero el día ha de llegar
de esquilar nuestras ovejas
y aquella esperanza vieja
la hemos de ver madurar.
Vellones ya no serán
nubecitas pa’ los pobres,
ni redondos medallones
de unos poquitos nomás.
Buenas. Mis felicitaciones y respetos por su blog. Disculpe el atrevimiento, yo esta canción la conozco como "Peón de esquila".
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