viernes, 19 de mayo de 2017

La noticia


(Pintura: Emaus Miciu Nicolaevici)

Con el "zaino" ensiyao y el "moro" listo
(adicionao pa’l caso, de carguero),
me avanzó la mañana, que no sabe
asujetar el sol su andar tropero.

M’entretuvo de más el mayordomo
queriendo convencerme que me quede.
Pero… ¿diánde va dar flores el tala…?
Lo que’stá decidido es lo que puede.

Hay que mirar el sol pa’ ver la vida…
hay que buscar la luz pa’ ver la sombra…
y en mi ansia de rumbiar legua tras legua
el campo se me antoja verde alfombra.

Nos tráin las primaveras un renuevo
que’s ganas de vivir, d’ir adelante,
y tráin los chasques las noticias nuevas
que al conocerlas… cambian lo de’nantes.

Y si hay un dispertar hasta en los yuyos
¿por qué no dispertar como de un sueño?
Puede por caso equivocarse’l hombre
que pone pa’ vivir, ganas y empeño.

Doce años han pasao dende aquel día
que gané leguas pa’ sumar distancia
rispetando el color de mi caudiyo
que no era el de mi padre y de su estancia.

Celeste’l hombre -rispetao por eso-
y pa’ disgracia colorao yo salgo,
sin andar con cintiyos en el pecho
el pensamiento firme y en él valgo.

Y queriendo volverme pa’ su rumbo
me sentenció muy fiero en un enojo,
y yo, que a mozo a gatas despuntaba
mordiendo el freno gambetié’l despojo.

Me decidí nomás, sin muchas güeltas
como quien al malón le’scuende’l bulto
y en el silencio de una noche fría
m’hice perdiz, entre las sombra’oculto.

Manotié la tropiya más a mano
que’ra la del servicio de las casa’
y encaré pa’l Azul de “los catrieles”,
por donde Don Prudencio sentó plaza.

Solo un dolor me rajuñaba el pecho
y es que mi madre no supiera nada,
que no podía entonces avisarle.
Y era mejor, no sepa mi jugada.

Cuanti quedó la estancia a muchas leguas
dentré tranquilo a’montonar distancia
firme’n el rumbo que me había propuesto
asujetando, cada tanto, mi ansia.

La cuestión que yegué y hayé conchabo
y hasta’nduve, dispués, en las refriegas,
y en el dir y venir de mi esistencia
deshiló el tiempo lunas andariegas.

Y si bien me curtí por demás bruto,
me dejó mal parao… dudando… incierto…
la noticia que trajera el chasque
diciendo que mi padre… se había muerto…

Lo mandaba mi madre… ¡pobre vieja!,
que también siempre supo -me contaba-
por ande andaba yo, pues me rastriaron
con gente de’yos que hasta’cá dentraba.

Es por eso que’stá cargao el "moro"
y que p’adentro salgo, ya es seguro.
Algo me obliga pa’ que güelva’l pago…
se me ñubla el pasao… y ver procuro.

¿Con qué me’ncontraré cuando regrese?
¿Qué será esa cuestión de aura ser “dueño”?
…si apostando a vivir en lo que creo
me jugué aqueya güelta hasta el empeño!

No tira la querencia… pero es cierto
que’l abrazarla la distancia acorta.
M’he dispertao como de un sueño largo,
güelvo por eya; lo demás…? no importa.

(18/04/1996)

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