martes, 23 de mayo de 2017

Canción para las púas de mis alas



Monte, fogón, y abrazo de guitarra ,
y este colmo de grillos del silencio
y este dialecto líquido , que pasa
con resaca de estrellas junto al ceibo ...

Por el aire, ciudades de luciérnagas ;
y una hogaza de luna, entre los dedos
de los árboles altos,
deja rodar migajas hasta el suelo .

La cerrazón creciente ,
vaga su vaguedad por los senderos
y acompasa sus danzas laterales
con la flauta de vidrio del lucero ...

Lo sauces de la costa
descienden en silencio
su lluvia vegetal, enamorada
de la luz circular en los reflejos.....

Sangro una brasa viva en el cuchillo
para encender el pucho y el recuerdo...
La guitarra, entibiada por la axila ,
se pita mi fogón en su bostezo...

La despierto con alas;
mi caricia no se escurre la luna de los dedos ,
para verla gotear sobre las cuerdas ,
aunque me moje todo el sentimiento.

El monte es un remanso donde se queda el tiempo..
Y aquí, donde dejase mi alborada ,
perdida entre los sauces,
me reencuentro:

Me conocí vagando por la costa
con meses de chicharra y mojarrero,
cuando entre fogonazos de churrinches
brillaba plata viva en los espejos....

Yo merendé color en los chalchales;
me hundí en una réplica del cielo,
cobre de sol maduro , por afuera;
rojo de sol naciente pecho adentro.

Un antiguo coloquio de torcaces
me ablandó el arenal, para los sueños ,
y la oración de manos en la nuca
que me llevó a los pagos del secreto...

Supe ser un gurí bien de mi raza;
pero dejé en los libros el dialecto,
y perdí el fresco aroma de las flores
con nombre guaraní, que fue mi griego...

Junté polvo de trillo en la memoria
siguiendo el rumbo horizontal del tiempo,
y amaba el alma pálida de Europa
como a una flor anémica de invierno...

Hoy he vuelto a mis lares;
al remanso donde se queda el tiempo .
Regresé jubiloso a donde estaba
tantas lunas atrás con mi dialecto,

y miro el diapasón de mi guitarra
como a una escala de llegarme adentro ,
y encuentro ¡ al fin ! intactas mis palabras
sobre la cicatriz de los conceptos.

Ya estoy en mí, y ascenderé mañana
rojo de sol naciente, pecho adentro,
con la misma pasión que por el alba
se despierta el clarín del teru - tero !

Resurgiré con púas en las alas,
de este colmo de grillos del silencio ,
de este dialecto líquido que pasa
con resaca de estrellas junto al ceibo!!



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