Entre mil flores silvestres,
en un campo muy gallardo,
se alzaba un virtuoso cardo
con sus penachos de tul
y del rocío las perlas
blanquecinas parecían
y bañadas se veían
las hebras del cardo azul.
Que contraste caprichoso
en ese instante ofrecía,
al ver que el sol deshacía
ese manto virginal;
en finísima llovizna
caían las gotas al suelo
y tan azul como el cielo
el cardo otra vez quedaba.
Pobre flor que el olvido
te dejó tu jardinero
batida por el pampero
pierde fragancia y color,
tu pureza y tu hermosurapara siempre la perdiste
y ya no eres la que fuiste
nada te queda de flor
La letra de esta canción utiliza las dos primeras octavas de un poema titulado "Flor de cardo", publicado en 1899 en la revista El Fogón y firmado por la poetisa Isabel Cecilia Canavery. La tercera estrofa cantada por Gardel en su grabación de 1919 es de autor desconocido, atribuida a Gardel y Razzano. En las grabaciones realizadas por el Zorzal en 1929 y 1930, la tercera estrofa está tomada del estilo "Pobre flor" de autor anónimo que el cantor había registrado, para el sello Columbia, en 1912. Este hecho hizo creer que “Pobre flor” y “El cardo azul” eran una sola obra de Isabel Canaveri de la que Gardel, en cada caso, utilizó distintas partes de la misma.
Lo que más contribuye a mantener esta confusión es el hecho de que ambas letras, tratan un tema, aparentemente, similar utilizando la misma estructura literaria en sus estrofas.
Sin embargo, analizando ambas obras con cierto detenimiento se advierte que los temas desarrollados tienen distintos enfoques: la grabación registrada en el año 1912, según vimos oportunamente, está desarrollada sobre el manejo de un lenguaje muy simbólico en tanto que la redacción de Isabel Canaveri corresponde al lenguaje llano o directo.
Anotamos aquí la versión original y completa del poema de Isabel Canavery enviada por nuestro amigo don Carlos Raúl Risso.
FLOR DE CARDO
Entre mil flores silvestres
en el campo, muy gallardo,
se alzaba un vistoso cardo
con su penacho de tul,
y del rocío las perlas
blanquecinas, lo cubrían,
y nevadas se veían
las hebras de cardo azul.
¡Qué contraste caprichoso
en ese instante ofrecía,
viendo que el sol deshacía
aquel manto virginal;
y en finísima llovizna
caer las gotas al suelo
y tan azul como el cielo
el cardo otra vez quedar!
Acierta á pasar un día
de la planta muy cercana,
incauta niña, y ufana
al cardo se dirigió:
¡Que flor tan linda! se dijo,
que bello color ostenta,
es como el cielo, y contenta
cortarla en vano intentó.
Porque ¡ay! ella no sabía
que el azul vivo y hermoso
de ese cardo era engañoso,
y á asirlo va cón afán;
y estiende su nívea mano
porque ella no se imagina
que las agudas espinas
ocultas tras él están.
Toma la flor y al instante
su blanca mano de nieve
la separó, porque aleve
aguda espina la hirió:
y bañada por el llanto
huyó la niña inocente
con la tristeza en la frente
y herido su corazón.
Como ese cardo engañoso
que con majestad estraña
alza sus flores, que baña
el rocío matinal;
así la triste apariencia
vestida de hermosas galas,
cierne sus siniestras alas
ocultando la maldad.
Quilmes, Noviembre 1899
Versos de Isabel C. Canavery
(Textual de Revista “El Fogón” Nº 52 del 30/11/1899
Montevideo, R. O. del Uruguay)
"Pobre Flor" (Estilo)
Pobre flor que en el olvido
me dejó su jardinero.
Vas y va por el pampero
lleno de fragancia y color;
su pureza y tu hermosura
para siempre la perdiste.
Ya no eres lo que fuiste
ya nada te queda de flor.
Ya no viene el picaflor,
como en tus horas de amores,
para mirar los primores
que la natura te dio.
Y la misma mariposa
pronto te acariciaba…
la que tanto te adoraba
para siempre te perdió.
Ya no brillan los encantos,
de tu galana hermosura;
ya no tiene la frescura
que ayer la vida te dio.
El tiempo sin primores
sin sol, solo y sin estrellas
ya no alarga mi existencia
con la sombra se perdió.
("Anónimo" compuesto en 1913; ...letra adjudicada a José Razzano)
Amigo Don Guacho, lo invito a que se de una vuelta por mi blog "Poesía Gauchesca y..." y busque "Flor de Cardo", de Canavesi.
ResponderEliminar¡Qué pícaros estos Razzano y Gardel!
Épocas en que no existían los registros ni había derecho de autor.
Con mis respetos, mis saludos.
Carlos