sábado, 31 de diciembre de 2016

Dos oficios

Si "el puestero payador"
me llama el pueblo a su juicio,
por abrazar dos oficios
con idéntico fervor;
si por los dos siento amor:
le dí la mesma importancia,
uno me amarra a la estancia
entre hacienda y baguales
y otro en tonos musicales
ni calcula las distancias.

Jugando con los estribos
me ven cruzar el potrero,
y me saludan los teros
gritando mi apelativo;
de un pensamiento cautivo
le improviso a la tormenta
y si en un trueno revienta
el aguacero al instante,
le amontono un consonante
tras rima sin darme cuenta.

Hay noches que maseteo
ablandando alguna garra
o me voy por la guitarra
galopeando en un punteo;
y vuelvo en un bordoneo
arisco pa'las caronas
y al ver que no desentona
en la décima lo largo
pa'ensillarle un mate amargo
a mi china regalona.

Reviso el verso si dudo
de expresar la redondilla,
como busco en la tropilla
pa'rreglar el más clinudo;
no lo aguanto al chapinudo
que venga a los tropezones,
y en mansos o en redomones
salgo al camino confiao,
me gusta andar bien montao
dentro de las dos funciones.

Madrugador como el gallo
mateando solo me ordeno,
y desde que agarro el freno
le voy cantando al caballo;
el perro negro y el bayo,
saben cuál soy al vestirme,
y si es triste despedirme
la llegada es un placer
me voy pensando en volver
y vuelvo pensando en irme.

El sábado me despido
como el cordaje: templao,
y el luner pongo el recao
casi siempre mal dormido;
y aunque arranque mal herido,
mi constancia es superior
que "el puestero payador",
me llama el pueblo a su juicio
por abrazar dos oficios:
con idéntico fervor!

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