Qué tristes son los domingos
al ir cayendo la tarde,
las venas del horizonte,
van derramando la sangre
del día que llega herido,
a morir bajo los sauces...
Todas las cosas parecen,
que mueren al mismo instante,
cuando la tarde agoniza,
en un silencio gigante,
se vuelve eterno un minuto.
cualquier domingo a la tarde.
Qué tristes son los domingos,
al ir cayendo la tarde.
toda la angustia se prende
de los cordajes del aire,
y el duende gris del presagio,
anda el domingo a la tarde....
El hombre no es mas el hombre,
es algo más del paisaje,
que ni siquiera comprende,
si está muriendo o si nace,
si debe haber fin del mundo,
será un domingo a la tarde.
Qué tristes son los domingos
al ir cayendo la tarde.
Qué tristes son los domingos
al ir cayendo la tarde.
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