(Pintura: "Mañana en Domselaar" del amigo artista don Luis Nuñez)
Dicen que soy mal cristiano
porque no me ven rezar.
¡Que venga Dios y me diga
en qué he podido faltar!
A veces, por el trabajo
o por el mucho viajar,
junto a los templos callados
paso de largo, nomás.
Busco la sombra de un árbol
cuando quiero descansar.
Son sueños de ojos abiertos
los que me pongo a soñar.
En silbos y remolinos,
lo miro al viento pasar.
Tal vez Dios se le ha perdido
y él lo ha salido a campear.
Yo me quedo muy tranquilo.
¿Para qué me he de apurar...?
Si el que lo busca por fuera
a Dios no lo va a encontrar.
Mi corazón es un pozo
y allí me pongo a rezar
cosas que los dos sabemos
y que ignoran los demás.
Miro a mi chango dormido,
cansado de travesear.
Y pa' cuidarlo soy Tata,
cristiano, perro, jaguar.
Pobreza limpia del criollo...
Si por áhi me falta el pan,
las leguas que me galopo,
Dios y mi zaino sabrán.
Digan por áhi lo que digan,
perdono al que me hace mal.
Yo sé curar mis heridas
y rezo con mi cantar.
Dios me entiende, y yo lo entiendo.
Nos hablamos... sin hablar.
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