jueves, 13 de febrero de 2014

Ya ni te acuerdas (Milonga)


Negro retinto un zorzal.
con la luz de la mañana
le jugaba a tu ventana
filigranas de cristal.
Y allí cerca del manantial
de agüita riente y viajera
cantaba la primavera
esplendorosa de flores,
pero de aquellos amores
ya ni te acuerdas siquiera.

Con los pulsos torrenciales
del fuerte sol veraniego
floreció tu amor en fuego,
maduraron los trigales
y en medio de los sauzales
junto al ruedo de la era
bailamos la chacarera
ebrio de alegres ardores,
pero de aquellos amores,
ya ni te acuerdas siquiera.

Viento de otoño al pasar
se llevó por los camino
viejos oro mortecinos
y la dicha del cantar.
Quedé solo a contemplar
en larga tarde cerrera
la nube de mi quimera
y en amargos torcedores,
pienso que de esos amores
ya ni te acuerdas siquiera.

Se va la vida a raudales
como en ocasos de fuego
ya no florece tu ruego
en mis noches invernales.
Y bajo de los sauzales
de blanca luna viajera
se ha muerto la primavera
en triste ausencia de flores
porque de aquellos amores
ya ni te acuerdas siquiera...

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