"...guacho y gaucho me parecían lo mismo, porque entendía que ambas cosas significaban ser hijo de Dios, del campo y de uno mismo". (Don Segundo Sombra)
domingo, 9 de febrero de 2014
Del pasao (Milonga corralera)
¿Ande canejo he llegao,
ande está mi malacara,
que se ha hecho'e la manta clara
con que yo vine tapao?
¿Adónde está mi recao,
mis riendas, bastos, caronas,
rebenque, estribo,
mi vincha, mi chiripá,
mi guitarra dónde está
que no siento sus bordonas?
Mi cuchilla, mi yesquero,
mi tijera tuzadora,
¿dónde están las boleadoras
y aquél aludo sombrero?
¿Ande la cincha de cuero
que yo mesmo trabajé
y que mil veces cinché
potros de tuitas estampas
y que hice temblar la pampa
de los tiempos que domé?
¿Dónde aquél tirador
ricuerdo del finao tata,
con letras hechas de plata
maciza y de la mejor?
Era de mucho valor,
tenía monedas peruanas,
pesetas americanas
y de oro cuatro botones,
ricos soles patacones
y chirolas bolivianas.
Tuito ha quemao el brasero
de la civilización,
el gaucho dejó el fogón,
su china y su parejero,
y hasta el patrio ombú pampero
que se eleva en la ensenada.
Tuito convertido en nada
y el rancho que ayer fue vida
hoy es tapera caída
sobre la pampa quemada.
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