"...guacho y gaucho me parecían lo mismo, porque entendía que ambas cosas significaban ser hijo de Dios, del campo y de uno mismo". (Don Segundo Sombra)
lunes, 13 de enero de 2014
La fiesta de don Segundo Sombra en La Porteña
(Foto de don Ricardo Güiraldes guitarreando en "La Porteña")
Voy a contar, caballeros,
según mi saber alcanza,
la fiesta que en una estancia
nos dió un señor estanciero.
Y fue un obsequio sincero
a un señor escritor,
que escribió un Segundo Sombra
recuerdo de tradición.
Yo me dirigí temprano
a tan tremendo fiestón
y me reuní en un fogón
junto con otros paisanos,
después que les di la mano
a los que había en la reunión,
me dirigí suavemente
a saludar al patrón.
Estaba como les dije,
donde había hecho la entrada,
y a su derecha quedaba
un corral de palo a pique.
Yo me aproximé y le dije:
"muy buenos días, señor"
quien igual me contestó
con un tremendo alegrón.
Y yo llevaba conmigo
tres injertos de mi mano,
que también se descubrieron
al saludar al anciano.
Él me dijo muy ufano
después de un corto reposo:
"Van cuatro generaciones
con éstos que ahora conozco".
"Me parece que lo veo
allá en el Once a tu abuelo
las carretas desuñidas
y él sentao prendiendo fuego,
y yo mesturao con ellos
que mi padre me llevaba
que iba a recibir las lanas
que de estos campos cargaba".
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Y después de saludarlo
yo me largué a caminar
y a mirar a los paisanos
que empezaban a llegar,
yo los empecé a filiar
y mirar a sus caballos
que parecían parejeros.
Había un rubio que venía
que era un paisano lujoso
en un sebruno fogoso
y un lindo chapiao lucía,
llegó, echó los buenos días
a la rueda general,
después de apeó lentamente
tranquilo a desensillar.
Después que ha desensillado
y ha dobaldo las caronas,
le dijo como por broma
a su sebruno enselado
"bueno pingo ya que has dado
en venir a ésta función,
corriendo ganate un premio
pa recuerdo'e tu patrón".
Este paisano que digo
es buen cantor y ladino
y se llama Victorino
Nogueira de apelativo.
Es emprendao como digo
desde su rastra al apero,
es uno alto y delgadito
muy requintao el sombrero.
Estaba el doctor Smith
sentao en un banco largo,
abosorbido en un letargo
con Don Patricio Mullvi,
"esto mucho gusta a mí"
dijo en lenguaje afinado,
y el doctor le contestó:
"para fiambre a mí este asado".
Disculpe, señor Ricardo,
lo voy a felicitar,
por el acierto cabal
del libro bien inspirado,
que hizo a Don Segundo Sombra
paisano de nuestros pagos.
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Publicado en el diario "La Prensa", el 25 de Mayo de 1969 por Alberto Gregorio Lecot.
Salvador Nuñez: era payador de San Antonio de Areco. Peón alambrador. En diciembre de 1926, en la fiesta que le fue ofrecida a Ricardo Güiraldes, leyó los versos que aquí rescatamos.
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