Quisiera poder dentrar
en el rodeo de tus ojos
y lo mesmito que un flojo
mansito dejarme arriar.
A tu lado cabrestiar,
ser el eco de tus pasos,
dejar que me echés el lazo
de tu boquita de grana
y despertarme mañana
en el corral de tus brazos.
Ser en tu pecho la flor
que suavemente se agita
cuando desbocao palpita
tu corazón por amor.
Ser el arroyo cantor
que en sus aguas cristalinas
tu cuerpo, mujer divina,
acaricia con candor,
cuando en la siesta el calor
los pastizales calcina.
Ser la brisa tempranera
que arrebola tus mejillas;
ser el sol que la semilla
fecunde en tu sementera;
ser el agüita que espera
la tierra cuando se abrasa;
ser la tormenta machaza
que haciendo temblar el suelo
pálida y revuelto el pelo
te abandona cuando pasa.
Mancornao en una rienda
por tus modales lindazos
me has bandiao con tus ojazos
y es al ñudo que lo escuenda.
Tenerte a mi lao, mi prenda,
te juro es lo que más quiero:
sueño abajo del alero
hallarte una tardecita
cantando una vidalita
mientras golpiás el mortero.
Versos introductorios:
Aunque sea de pasada
tal vez les pueda mostrar
costumbres de este lugar,
sentir de la paisanada,
por milonga relatada
o pa buscar despabilo
cuando del alma, el pabilo
se apagó por un querer
la guitarra supo ser
remedio pa'un estilo.
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