domingo, 29 de diciembre de 2013

El Toro y el Tigre ( O: "Cifra del Torito Negro")






Una tarde de verano
al dentrarse el horizonte,
bajaba un torito negro
de las alturas de un monte.

Estaba el torito negro
en las ramas, divertido,
cuando una cuarta de atrás
un tigre pegó un bramido.

-"Buenas tardes, señor Toro,
¿con qué permiso ha bajado
de éstas sierras a este monte?
yo siempre tuve la creencia
que para bajar aquí
había que pedir licencia".

-"Yo he bajado de las sierras",
le contesta el toro ufano,
lo que se acerca el invierno,
lo que se acerca el verano.

Y ahura le via preguntar:
¿usted, amigo, qué anda haciendo?"
-"Yo ando en busca de torillos
porque de ellos me mantengo".

El tigre le dijo al toro:
-"La sangre te he de beber,
con unos cuantos amigos
un convite voy a hacer".

Y el toro le dijo al tigre:
-"Eso será si peliamos,
puede ser que yo te deje
para bien de los gusanos".

"Con esa nariz tan chata,
y esas orejas redondas
parece que estás oliendo
una cosa muy jedionda".

El tigre le dijo al toro:
-"Vos sos un toro apestado,
que te pasaste el invierno
con los garrones chorreados".

Y el toro le dijo al tigre:
-"Para estarnos insultando,
por ver si sos tan guapo
quisiera morir peliando".

"Atropellá, Tigre engreido,
si es que vas a atropellar;
en cuanto me atropellés
muy firme te he de esperar".

Lo atropelló el tigre engreido
y con toda su fiereza
el torito lo esperaba
agachando la cabeza.

El toro con su destreza
de las aspas se lo alzaba,
antes de tocar el suelo
de nuevo lo abarajaba.

Entonces le dijo el tigre:
-"Ahora sí que es endevera,
a mí me toca perder
porque salí campo ajuera".

-"Campo ajuera, campo adentro
yo siempre he sido el más vivo
porque siempre he sido guapo
desde que juí ternerito".

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