De una bailanta con acordeón
até la luna con el sol;
por una noche no fui peón,
hombre volví y en eso estoy.
Y por una sola fiesta
me dudé con el patrón,
que me dijo:"Parrandero,
no me pisa en el galpón".
Y me habló de obligaciones,
del trabajo y la Nación,
a mí, que sembré en sus campos
mi pobreza y mi sudor.
Lo miré medio sonriendo
y monté en mi redomón;
"aramos, dijo el mosquito,
al buey que rompe el terrón".
Mucho hablar de obligaciones,
"nada de farras, peón";
usted, que vive a cacundas
de los pobres como yo.
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