(Pintura: Francisco Madero Marenco)
El temporal de la vida
que m’hizo garuar el techo,
me ha dejao medio desecho
con la sesera transida;
deseguro una subida
encararé pesaroso
porque… pa’ salir del pozo
y poder vencer el mal
certero ha de ser el pial
que’l mal… es bicho tramposo.
Y acá estoy, solo y pensando,
pensando y
solo en las casa’,
queriendo
avivar las brasa’
que’l
rescoldo jué’mpolvando.
Nu’es
cuestión de’starse estando
ni quedarse
ataperao,
que’l
pecho, como un soldao
está
siempre de servicio
y
dejarse’star… de vicio,
un’es
rimedio… pa’un golpiao.
Hay que acomodarse’l
traje
y hacerle
al dolor jareta
que si la
vida es trompeta
seré
trompeta ¡y a ultraje!
Nunca me
faltó coraje
y aura lo
voy a tantiar,
que si alto
debo templar
pa’
probarlo al istrumento
como que
renazco siento
si alguito
empiezo a entonar.
Busco -del
chala que pito
más por
costumbre que ganas-
en el humo
que dimana
me traiga
el saber no escrito,
que si
estoy triste y contrito
habrá que
saber guapiar
que
aprendiendo a’pechugar
curte’l
hombre su corambre.
(Nu’es cuestion,
por tener hambre,
de atorarse
al mordisquiar).
Cuando la
noche apacigua
sus sombras
y las diluye,
el sol,
otro día arguye
y
p’hacerlo… no averigua.
Y si la
vida atestigua
que tuito
güelvo a empezar
¿por qué
ansí voy a entregar
manso, mi
vida orejana…?
¡Como el
sol: sueño un mañana
al que
poderle cantar!
La Plata, 8 de Marzo de 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario