lunes, 29 de abril de 2013

Compañero




Porque lo quiso el destino
medio patrón del crestiano,
un mate yegó a mis manos
como regalo divino,
ni bien lo vi, se me vino
un apurón por probarlo
pues me gusta al contemplarlo
por su figura gauchona
y complací mi persona
comenzando por curarlo.

Le eché una brasita adentro
y agitándolo parejo
fui quemando algún hoyejo
de sus oriyas y el centro
y antes de dir al encuentro
de la primera cebada,
cambiándole yerba usada
y un chorrito de 'alcól' puro,
tres días después sin apuro
quedó lista la curada.

Y ya nomás de movida
me hizo sentir compañero,
su gustito terruñero
y su tibieza de vida
al ser como pa'él nacida,
ya le regalé de entrada
una bombiya labrada
coquetona como pocas
que hace juego con su boca
que's de alpaca gayoniada.

Su pequeña calabaza
simbólicamente encierra
todo el sabor de mi tierra
y la estirpe de mi raza,
un lazo de amista'traza
en la rueda fonoera,
en soledades de espera
acorta tiempo y distancia
y con él, yo haría una estancia
de la más triste tapera.

Despertando amaneceres
suelen hayarnos los días
ya festejando alegrías
o curando padeceres
y si una rima no quiere
atracarse al verso mío,
ace'tando el desafío
siempre me ayuda a buscarla
aunque a veces pa'encontrarla
termine lavao y frío.

Tiene amargura, dulzor,
es ternura, paz, abrigo,
y agasajando a un amigo
tiene mas rico el sabor.
Es mi aparcero mejor
y le hago esta aclaración,
quien se atraque a mi fogón
(aunque el modernismo embate)
ha de hayar versos y un mate
con gustito a tradición.

1 comentario: