Como un Jesucristo de brazos abiertos
como si implorara al mundo un milagro,
vigilia inocente que no asusta a nadie,
ángel de la guarda de pata de palo...
Lo vi adentro'e un cerco de rama esa tarde
de saco, corbata, sombrero de trapo,
quedó para siempre grabado en los surcos
su nombre mal puesto: el de "Espantapájaros".
Un día el colono, dueño de aquél cerco
al ver el fracaso que tuvo el sembrado
loco, enfurecido lo destruyó a golpes
al pobre muñeco de pata de palo.
Después que maldijo a Dios, a la Virgen,
a todas las madres y a todos los Santos,
ya recobrado la paz en silencio,
sintió en la conciencia la voz del pasado:
Sin duda que el muñeco, destuido y todo,
pedía al colono que se calme un rato,
-"Si usted tiene vida, disfrútela a pleno,
no tiene sentido vivir renegando.
Los pájaros tienen derecho a la vida
y yo no he nacido para espantar pájaros,
si el canto más bello que existe en la tierra,
sin duda es el de ellos, pregúntele al árbol.
que aun esclavo observa con sabiduría,
que el hombre en la tierra es un privilegiado.
Usted tiene todo: habla, lee, camina
yo soy un muñeco de pata de palo,
No siento, no veo, no lloro, no río,
nunca tuve, padres, ni tíos, ni hermanos,
yo no tengo alma... ni cuerpo no tengo,
¿y usted todavía se vive quejando?
Recorre, contempla, elije, medita,
juega, se emociona, ama y es amado...
¡Deje que las aves trinen libremente,
sin música el mundo sería un calvario!
No hay nada que iguale el don de la vida
ni hay cosa más linda que vivir: cantando!
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