sábado, 13 de octubre de 2012

De campo abierto




Recuerdo cuando en la Pampa,
cerca del Río Colorado,
no existía el alambrado
ni el estanciero de estampa.
Cuando servía la zampa,
el sauce y el tamarisco
para levantar ariscos,
en cualquier costa un ranchito
¡pucha! que andaban gauchitos
sobre los campos del fisco.

Familias, yeguas y chivas,
ranchos de barro, de quincho,
perros, tatus y relinchos
y mucha gente nativa.
Y sobre la sangre viva
que el cañón pasó a destruir
se podía distinguir
desde el hombre a la mujer
que poco sabían leer
como muy poco escribir.

Desde ahi que los muchachitos,
sin escuela y sin cuaderno,
sin maestro desde tiernos
andaban a andar solitos.
La Pampa tenía un vientito
que parecía un talismán
por eso allá desde Juan
hasta el más analfabeto
le aprendió al campo secretos
que entre los libros no están.

Mi padre solía decir
que pa'ndar a campo abierto
había que ser despierto
y tranquilo pa'seguir.
Y cuando la sed sentir,
se hace en forma despiadada
siempre se hayan rastrilladas
de avestruces y baguales
con rumbos a los manantiales
o a lagunitas formadas.

Sabía decir que un pajal
sirve de poncho y colchón,
pero si hubiera un sanjón,
mejor pa'l gaucho rural.
El campo es tan servicial
y tan tibia la creación,
que hasta alienta el corazón
y hay de recursos enjambres,
que naides se muere de hambre
siendo apenitas gauchón.

El siempre andar bien montao
es casi una obligación,
decía: en esa región
que tanto el indio ha cruzao.
Es bueno que en el recao
vayan como compañeras,
una o dos par de choiqueras
que nunca estarán de más,
pero si no hubieran más
igual sirven las potreras.

Siempre se hayan pa comer,
peludos, liebre y perdices,
y raboneando raíces,
vizcachas al atardecer.
El piche es todo un placer
como el jabalí pichón,
no es mala la carn'e león,
es decir la carn'e puma
si tiene cáscara o pluma
da lo mismo en la ocasión.

Decorando las aguadas,
los pastos y los alpatacos,
se hallaban moros y guanacos
y baguales en manadas,
por eso en cualquier cruzada
sin tener que correr fuerte,
¡cómo no iba a tener suerte,
un gaucho pa'boliar uno!
Plumudo, bayo o lobuno
da lo mismo ante la muerte.

Pero la ley funcional
cambió rumbos y huellitas,
si hasta la tierra bendita
en que nací en un sauzal,
ha dejao de ser fiscal
y tiene un solo patrón;
y como una negación,
pero Dios sabrá de quién:
donde antes vivían cien
ahura vive un solo pión.

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