(Dibujo: Patricio E Marenco)
Mate gaucho del ayer
de aquel ayer muy lejano.
Pasaste de mano en mano
y en la madrugada fría,
tu calor fue compañía
del solitario paisano.
El mate resulta siempre
motivo de inspiración.
Es el alma del fogón
y sin hacerse rogar,
el mate sabe llegar
y animar una reunión.
El mate es el compañero
que en torno a la mesa gira.
El rezongando se estira
y en todas las manos queda,
cuando más grande la rueda,
más se agranda la mentira.
El mate aparte de todo,
es económico y sano.
Es delicia del paisano,
lo toman hasta en el polo.
Ninguno se siente solo,
teniendo un mate en la mano.
Por ahí,el mate se para,
porque se arma algún debate
y en lo mejor del combate,
grita un viejo rezongón
cortando la discusión
-¡hagan caminar al mate!.
El mate estuvo en las buenas
y estuvo en cien entreveros.
Con los rudos montoneros,
supo tratar a la par
y cansado de rodar
hizo noche entre reseros.
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