(Pintura: Eledoro Marenco)
Me encontraba recordando
que sos ensueño del alma
y ando ansioso de cantarte
con dulzura de esperanza
al encontrarte en mis cosas,
florecés por las mañanas
a más de ser la ternura
que emponchás las horas malas,
me bordás con hilos de oro
la pena cicatrizada.
Por querer decirte tanto
casi no encuentro palabras
y estás entrando en mi sangre
más cada día que pasa.
Amor de mis pensamientos,
eterna y ardiente llama,
sos la riqueza más grande
donde desangro mis ansias,
qué genial que fue el poeta
que te bautizó "guitarra".
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