(Dibujo: Eleodoro Marenco)
En un volcao puerta afuera
se quedó echando verija
fue revolcón y en el huija!
se alzó de la polvadera
sacudiendo la clinera
tiesas las patas, bufando,
y enderezó disparando
más bravía que el pampero
alma del gaucho surero
pecho afuera desbordando.
Nació este cantar criollazo
en una yerra cualquiera
entre marcas y tijeras,
descornadoras y lazos,
misturao con los pedazos
de orejas ensangrentadas
con olor a carne asada
de capadura reciente
y el entusiasmo latente
de la macha paisanada.
Manos de dedos curtidos
endispués junto al fogón,
le pusieron corazón
de una guitarra al gemido
y la estrenó en su chiflido
el boyero de la estancia
y fue acortando distancia
entre el resero y su pago
y heredó para su halago
del gauchismo la arrogancia.
Pa'cantarla con sentido
no hace falta ser cantor,
sobra con que haiga calor
de fogón bien encendido,
llevar adentro metido
el palpitar de los llanos
y el sentimiento paisano
ha de brotar al momento
como el perfume que el viento
trae del campo soberano.
(Pintura: Eleodoro Marenco)
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