sábado, 28 de julio de 2012

Mi rebenque platiao


Tenía un rebenque machazo
hecho de papada pura,
que aunque de linda figura
era un rebenque fierazo.
Pa pegar un güen chirlazo
otro mejor no he encontrao
y tuve por descontao
en tiempos que yo lo usaba,
que naides se le arrimaba
a mi rebenque platiao.

Tenía una argolla machaza
de plata pura ¡eso sí!
y un corredor guaraní
hecho con toda cachaza.
Aunque fierazo de traza
era un trabajo acabao,
y de cuero bien sobao
era su larga sotera;
¡Aijuna! si aúra tuviera
a mi rebenque platiao.

Entonces yo presumía
ser taita en la camperiada,
y en cuanto a ganar cueriada
por puro lujo lo hacía.
Cuando a mano lo tenía
no hallé quiebra ni aporriao,
ni el bentena más mentao
pudo hacer fijas sus miras,
porque le sacaba tiras
con mi rebenque platiao.

Hasta pa hacer el amor
lo tuve por güena ayuda,
más de una vez en la duda
supo ser güen mediador.
De un boliche el mostrador
muchas veces he golpiao,
y el pulpero retobao
me ha tratado sin malicia
de miedo de una caricia
de mi rebenque platiao.

Si en pendencia o entrevero
alguna vez me encontré,
a más de un loco dejé
con una faya en el cuero.
Si un taita, por ser copero
me ha puesto medio apurao,
en la cerdosa lo he dao
matándole un anca mora
con la punta cimbradora
de mi rebenque platiao.

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