sábado, 21 de julio de 2012

Mi lazo


Del cuerpo de un noviyo hice una lonja;
de la lonja, dispués fabriqué un lazo
con tientos desviraos y parejitos,
y bien trenzao, con una trenza'e cuatro.

Como prenda de lujo, la presiya,
era de lo mejor como trabajo,
y lo mesmo la yapa de seis tientos
que con esmero trabajé de a ratos.

Era un lazo campero, pero cumpa,
porque en la argoya le encajé unos cuantos
cascabeles de fierro, chiquititos,
como pa enfurecer a un toro bravo.

Cuando estaba lidiando en el rodeo,
si un toro montaraz miraba al campo,
¡ahijuna!, era mi orguyo la guampiada,
cerrándole la armada cuanto cuanto.

Si enlazaba en el círculo, no erraba
aunque tirara de revés el lazo,
y quiebra que mirase campo ajuera
en tierra lo estiraba, largo a largo.

Si pialaba en la playa'e la manguera,
entre taitas de menta de algún pago,
en la vida de Dios largaba armada
que no juera a pialar de las dos manos.

Dispués de algún trabajo, le pasaba
un poco de chipá pa conservarlo;
pues con él agenciaba algunos riales
pa comprarme los vicios y algún trago.

Octubre, 1899.

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