(Pintura: Federico Reilly)
Me dijo: "¿pa'qué te vas?",
yo le dije: "porque sí",
monté sin mirar pa'trás
cortando campo me jui.
Y me tocó rodar tierra
fuese de noche o de día,
su recuerdo ¡ahijuna perra!
a flor de cuero me hervía.
Bien bastiao de cuerpo y alma
d'iba pitando esa pena
como pa'jenciarme calma
en semejante condena.
Sentía como si llagas
en mis entrañas anduviera
parecía ser una daga
que a remezón me sumiera.
De pronto me venían ansias
de verla y después morir,
me conchabé en una estancia
y ya me andaba por juir.
La cosa se ponía fiera
era un carnero alunao
de lo que antes mereciera
que poco me había quedao.
No aguanté más y monté
en procura'e su tranquera
y esa vuelta galopé
tuita la noche entera.
Ansí como la dejé
en la puerta recostada,
ansí mesmo la encontré
bastante desmejorada.
Ella me dijo: "bajate",
y yo bajé sin chistar
después me dijo: "quedate"
y yo entré a desensillar.
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