(Pintura: Rodolfo Ramos)
Con su permiso, patrón,
para dentrar a su casa.
Yo soy criollo de raza,
no quise pasar sin verla;
antes de dirme del pago
sin hacerle un visitón,
digo, si es de su atención,
y yo creo merecerla.
¡Ave María Purísima!
pido al dentrar yo, patrona,
usté es muy buena persona
y permiso no ha'e negar:
caminé como dos horas
pero al fin di con su rancho
que, como nido'e carancho,
yo me he venido a dentrar.
En otro tiempo, patrona,
también me supe portar
y en la guitarra cantar
de mi patria su reflejo...
Hoy no sirvo ya pa nada,
están mis fuerzas caídas
y los golpes de la vida
están sobre el gaucho viejo.
Para bailar un malambo,
un triunfo, una chacarera,
siempre he sido bastonero,
pero ya como un enclenque
se está mi cuerpo doblando
y gracias que caminando
vine aquí como un pueblero.
Dios guarde a las buenas mozas
d'esta reunión hechicera,
¡qué lindas son las puebleras
de este pago tan mentao!
¡Chá, si no fuera tan viejo
les diría una cosa linda
a éstas que, como una guinda,
en mi alma se han dentrao.
¡Adiós, hermoso jardín
donde abundan tantas flores!
¡Adiós, flor de mis amores,
te he de llevar hasta el fin!
¡Adiós rayo de ilusión
que sólo brinda el reflejo,
hoy te lleva el criollo viejo
dentro de su corazón!...
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