martes, 8 de mayo de 2012

Así somos

(Pintura: Alberto Salinas)

Del gaucho se ha comentao
lo que jamás ha sido,
pero hoy ha resurgido
y defiende su pasao.
Hoy que se halla respaldao,
así lo quiso el destino,
que regresen al camino
que les trazó San Martín,
el insigne paladín
padre de los argentinos.

El gaucho no fue taimao:
fue el don de la simpatía
y en todas partes vivía
alegre y muy bien mirao.
Si alguna vez ha peleao
le ha sobrado razón;
su defensa fue el facón,
y el poncho fue su trinchera,
el motivo: la bandera
sublime de su nación.

El gaucho no fue matrero
ni haragán, ni bebedor,
sólo fue un luchador
en más de mil entreveros.
¡Cuántas veces puso el cuero
en la pelea campal,
luchando de igual a igual
con hombría y con pujanza,
cayó empuñando una lanza
junto al Sargento Cabral.

El gaucho ha sido y será,
el primero en el morir,
si alguien quiere impedir
que goce de libertad.
Entonces sí, matará,
entonces, será una fiera
defendiendo su trinchera
hasta el último cartucho,
y caerá, como Falucho
abrazao a su bandera.

Con los gauchos se formó
"Granaderos a Caballo".
Y un veinticienco de Mayo
con gauchos se combatió.
Gaucho fue el que entabló
lo que se llama tropilla,
hizo un potro de silla
para ir y para volver
a los toldos de Ranquel
junto a Lucio V.Mansilla.

San Martín sí que sabía
valorizar al paisano;
ellos fueron sus baquianos
pa'cruzar la travesía:
un rastriador, un vigía,
lenguaraz, entre la indiada
en cuelquier atropellada
siempre él estaba primero
pa'hacerse ojalar el cuero
por el Santo de la Espada.

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