(Foto: Pablo Toranzo)
De todos los pajaritos
me quedo con la calandria,
porque abajo'e su ceniza
yeva prendida una brasa;
y porque es linda la islera
y porque es hembra y es mansa,
porque yeva miel del monte
gotiando de la garganta,
y porque no es consentida
y porque es nuestra y gaucha,
de todos los pajaritos
me quedo con la calandria.
Eya es compaña de noche
y amor en las madrugadas,
y tibia cuerda de pluma
sobre el cuerpo'e guitarra;
un puñadito de notas
que el ceibo al timbó le manda;
una estreyita desecha
que su piquito de plata
tiende como hilo finito
dende barranca a barranca,
y un pedacito de arroyo,
y una arañita de flauta
tejiendo sus ñandutises
con oviyos de esperanzas.
Calandria: de ceibo en ceibo
y de barranca en barranca,
sos en el árbol del canto
la tibia copa embrujada,
y la cantora más linda,
la más islera y más gaucha.
¡Quién como vos va'escucharme
cuando me quejo, calandria,
y quien va'darle las puntas
al tiemple de mi encordada,
sinó esa prima sonora
que enclavija tu garganta!
Gauchita color ceniza,
panal, estreya y araña,
volvé a ser hembra como antes,
desatá tus trenzas largas,
y vas a verlo al Mielero
dir de barranca en barranca
con este canto en los labios:
¡queréme un poco calandria!
De todos los pajaritos
de los que vuelan y cantan,
sin despreciar a ninguno
me quedo con la calandria.
Tengo fe que cualquier día
porqu'es güena y porqu'es gaucha,
la viá encontrar en mi rancho
con las trenzas desatadas,
y por afición de pájaro
prendida de la guitarra.
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