"...guacho y gaucho me parecían lo mismo, porque entendía que ambas cosas significaban ser hijo de Dios, del campo y de uno mismo". (Don Segundo Sombra)
sábado, 18 de febrero de 2012
A mi China
Mi prienda, te has olvidao
de tu viejito querido;
cual mesmo que un gaucho juído
vive por el descampao.
En mi alma sólo han quedao
ricuerdos de esa ocasión
cuando a la orilla del jogón
un cielito te cantaba,
mientras que vos me brindabas
un sabroso cimarrón.
Ricuerdo cuando llegaba
con mi pingo al trotecito,
y esperando a tu viejito
en la tranquera te hallaba.
Donde yo te acariciaba
con un beso en tu boquita;
vos como una palomita
que recién alza su vuelo,
jugabas con mi pañuelo
cantando una vidalita.
Tuavía conservo las prendas
que hacías pa mi recao;
era un pañuelo bordao,
el bocao para las riendas.
Y a veces por esas sendas,
cruzaba con vos en la anca:
y al subir por la barranca
orgulloso me sentía,
por el ruido que me hacía
tu dura pollera blanca.
Cuántas veces sé cantarte
desde mi humilde querencia;
lo triste que me es tu ausencia,
lo mucho que sé adorarte.
Yo nunca podré olvidarte
podés creémelo, viejita,;
así querida chinita
siempre seré tu amador,
aunque me vea por tu amor
juyendo como mulita.
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