lunes, 6 de febrero de 2012

Cuando me muera...

Quiero dejar declarado
para cuando corte mi suerte
y se me venga la muerte
como gallo encandilado
que he de estar agazapado
para no fallar en nada,
dejaré a mi paisanada
algo que será notorio
porque en vez de hacer velorio
que se haga una jineteada.

Ojalá Dios desde el cielo
que no se enoje y comprenda
que necesito que entienda
que es mi último consuelo
y antes de emprender el vuelo,
que nadie llore por mi
pero le pido eso si
al que esté de animador
que se diga un verso flor
de los tantos que escribí.

De las diez en adelante
que se larguen de las crinas
y a las doce se termina
con un asao abundante.
Yo estaré ahi no más campante
disfrutando de la fiesta
que se haga limpia, modesta
y nadie salga ofendido
y se algún esta aburrido
que contrate a una orquesta.

En lo mejor de la farra
que no falte un payador
como tampoco un cantor
que haga temblar la guitarra.
Que toque, que ponga garra
por las costumbres camperas
y con la grupa surera
que larguen veinte baguales
y diez montas especiales
con el basto y la encimera.

Jinete de corazón
te pido y ya te lo escribo
colócame un par de estribos
cuando cierren mi cajón.
Que yo con gaucha expresión
a tu abuelo buscaré,
las nubes recorreré
para decirle al paisano:
"Póngase contento hermano
que jinetié como usted".

Y cuando el sol vaya cayendo
y salga el último reservado,
me saquen por otro lado,
que nadie quede sufriendo;
que yo miraré sonriendo
por esta gaucha jornada
y dirá la paisanada
algo que será notorio:
"No luces tristes de velorio
si se hace una jineteada …"

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