domingo, 19 de febrero de 2012

Al horizonte de un suburbio


Pampa:
Yo diviso tu anchura que ahonda las afueras,
yo me estoy desangrando en tus ponientes.

Pampa:
Yo te oigo en las tenaces guitarras sentenciosas
y en altos benteveos y en el ruido cansado
de los carros de pasto que vienen del verano.

Pampa:
El ámbito de un patio colorado me basta
para sentirte mía.

Pampa:
Yo sé que te desgarran
surcos y callejones y el viento que te cambia.

Pampa:
sufrida y macha que ya estás en los cielos,
no sé si eres la muerte. Sé que estás en mi pecho.

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