Ha puesto un camino blanco
mi corazón que no llora
y una florcita en un vaso
para esperarla, señora.
Si viene con mucho apuro
despediré a los que quedan
con una flor extramuros
y una milonga campera.
He puesto mi vida entera
porque ha llegado mi hora.
Tengo la luz verdadera
para esperarla, señora.
Y para que nadie llore
mi diapasón silenciado,
dejo un coral de cantores
que lucharán por su lado.
Así presente en la vida
y en la razón de esta hora,
tengo la paz asumida,
traiga la muerte, señora.
................................
No tengo olvido
Vengo a decir, al fin, que tengo paz en mí,
toda la gente que llevo crece así
como una flor de sal sufrida en el país.
Todos los días asumo las cosas que pasan
y pienso que vuelo al adiós.
No puedo respirar más aire que el de aquí
bajo este cielo dolido que canta en mí,
la torcacita al sol, aroma del jazmín
y la memoria me lleva al futuro que viene
diciendo que yo ya me voy.
Toda la historia de la sangre que viví
ya está volando como el humo del cigarro,
la misma gloria la mezclé en el mismo barro
para cantar desde la tierra en que nací.
No tengo olvido ni me voy a arrepentir
de haber amado hasta lamerme las heridas,
no tengo huellas ni memorias repetidas
y voy cantando como el viento hasta morir.
(Tiene musica de Moncho Miérez).
No hay comentarios:
Publicar un comentario