miércoles, 14 de diciembre de 2011

Contestando

(Foto de la película: "Don Segundo Sombra")

¿Por qué me empeño en escribir en "gaucho"
en lugar de escribir versos modernos,
y me aferro al pasado con las fuerzas
con que el ombú enraíza en el terreno?
¿Por qué me empeño en escribir en gaucho?
Ha de ser, yo calculo, porque tengo
esta paisana voz para mis cantos
y este pobre decir para mis versos.
Y ha de ser por capricho del destino
que me quiso elegir como instrumento
sin probar la apagada resonancia
que se encierra en la caja de mi pecho.
Pero voy a cantar, mientras me quede
una nota en la voz, vida y aliento
para avivar las brasas recubiertas
por la ceniza que acumula el tiempo
y el olvido que ponen los ingratos
sobre el pasado que quisieran muerto.
Honrar la tradición no es una forma
de escribir para nuestro lucimiento:
es poner devoción en cada estrofa;
es vivir venerando los recuerdos;
es sentir emoción limpia y serena
frente a la estampa de un paisano viejo,
y es querer al retoño que aparece
junto a las raíces de su noble abuelo.
Sentir la tradición es asomarse
a ese pozo de luz de nuestro acervo
y reiniciar la marcha hacia el futuro
sin olvidar lo que quedó atrás nuestro.
Si un país sin tradición es como un rancho
que se derrumba, falto de cimientos,
¿cómo es posible, entonces, que sus hijos
no den su apoyo para sostenerlo?
Yo cumplo mi deber de esta manera:
¡escribo en "gaucho" porque así lo siento
y hay treinta años de camino y surco
que me enseñaron a querer lo nuestro!

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