(Dibujo: "Guitarreando" de Manuel Gimenez)
Negro, igualito a una pena
tiende la noche su manto,
las aves guardan su canto
hasta que la luz sea plena,
temprano la luna llena
se ve de estrellas rodeada,
después de una fría jornada
el invierno hace derroche
y como es larga la noche
se hace sentir más la helada.
Todos buscan el calor
ni lejos ni cerca’el fuego,
crucificao un borrego
se dora en el asador,
le hacen silencio a un cantor
que un lindo tema ha elegido,
tema que el mozo ha aprendido
en esta campera escuela
y de Wenceslao Varela
canta “La Cuenta”, a pedido.
Parece que la emoción
ganó la escena al galope,
porque de Juan Pedro López
“La Leyenda del Mojón”
le solicita el patrón,
que cante hasta ande se acuerde
y no importa si se pierde
total esto es de entrecasa,
y de mano en mano pasa
el mate su amistad verde.
A un consejo se obedece:
“el cantar con fundamento”,
transfiriendo el instrumento
a otro que lo merece,
y se acostumbra, parece,
solo a tratar cosas serias,
sin protestas ni miserias,
y arrancó en forma perfeta
a desgranar “Las Carretas”
del oriental Néstor Feria.
Siempre un cantor fogonero
suele sacar del olvido
algún recuerdo querido
y al ser suelo dorreguero,
cual homenaje sincero
al payador que fue guía
legando bellas poesías
al pago que lo idolatra,
cantó “Por tus Hombres Patria”
de Luis Acosta García.
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