jueves, 24 de noviembre de 2011

La garrapata


Hijo de esta tierra gaucha
y acunado en su nobleza.
Traigo las alforjas llenas
con verdades de mi tierra.
Traigo, azul del cielo pampa.
Plata de las cordilleras.
Esmeralda de los llanos
y amatistas de las sierras.

Traigo oro blanco del sur.
Rojo del país de las quenas.
Y mil brillantes de arroyos
que bañan mi gaucha tierra.
Traigo bordaos de amapolas,
margaritas y verbenas.
Flores sangrantes de ceibo
y hojitas de yerbabuena.

Claveles dobles de Cuyo.
De Salta traigo azucenas.
Azahares de Entre Ríos
y de Córdoba violetas.
Traigo la música toda
de la gaucha pajarera.
Que sólo canta a la vida;
cantando a la Madre Tierra.

Pero traigo pa'mi mal:
Pa, mal de la gente güena.
La mitad de mis alforjas
aprietaditas de penas.
Allá, como aquí las gentes;
están enferma'e tristeza.
Debe ser la garrapata...!
¡La que asigún se comenta,
es un bicho muy dañino
que de sangre se alimenta!

Pero allá; en los animales
es más común la tristeza.
¡Animal garrapateao
es priferible que muera!
Comienza por no comer;
se afiebra, se tambalea...
Se le pone el pelo é punta
hasta que al fin ociquea.

El pobre animal no sabe
el peligro que lo cerca.
y solo piensa en comer,
y que venga de ande venga.

Pero las gentes: El hombre
que piensa con la cabeza.
Debe saber lo que come
y no comer de cualquiera.
Debe ver la garrapata
por más oculta que estéa.
O por más que se disfrace
con bastón y con galera.
Por más que le hable del pueblo,
de la patria o la bandera...
Puede ser la garrapata
que busca la sangre nuestra.

Que no sólo con hablar
y llenarnos de promesas:
¡Nos dieron Patria los grandes
que honraron a nuestra tierra!
En la obra más que en la charla
es donde está la grandeza.
¡El remedio pa'curar
el mal de la gente güena!

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