martes, 4 de octubre de 2011

Elegía Pampa

(Pintura: Francisco Madero Marenco)

¿Dónde quedó el empuje de la lanza
poderosa de plumas y furores,
dónde el rugir y el ímpetu de antaño
y la suelta embriaguez en los confines?

Cacique de oropel, capitanejos
mano sin filo, órbitas melladas,
ya no cazamos ciervos ni avestruces,
ni bebemos la sangre correntosa
en la garganta viva de las yeguas
como enantes cuando éramos los dueños
del verdor infinito y las distancias
y de todos los bichos de la tierra.

No vamos a malón, no derramamos
caballadas de furia en la planicie;
ya todos los jagüeles de la raza
se han secado, irremediablemente.

Polvo y cardo en el viento, eso somos
y no hay nadie que guarde las memorias.

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